Enfermedades renales crónicas
La enfermedad renal crónica (ERC) es una afección progresiva en la que los riñones pierden su capacidad de filtrar los desechos y el exceso de líquidos de la sangre. Sin un tratamiento adecuado, puede desarrollarse insuficiencia renal, que requiere diálisis o un trasplante de riñón.
En nuestra clínica, ofrecemos evaluaciones renales tempranas y tratamiento colaborativo con nefrólogos para ayudar a mantener la función renal y prevenir un mayor deterioro.
Causas y factores de riesgo
. Afecciones médicas que conducen a la enfermedad renal crónica
- Diabetes: La principal causa de insuficiencia renal.
- Hipertensión: la presión arterial alta daña los vasos sanguíneos del riñón.
- Glomerulonefritis – Inflamación de las unidades de filtrado del riñón.
- Enfermedad renal poliquística (PKD): un trastorno genético que causa quistes en los riñones.
- Obstrucciones del tracto urinario: cálculos renales, agrandamiento de próstata o infecciones recurrentes.
2. Estilo de vida y otros factores de riesgo
- Fumar y consumir alcohol en exceso.
- Obesidad y sedentarismo.
- Uso prolongado de AINE y analgésicos.
- Antecedentes familiares de enfermedad renal.
Síntomas de la enfermedad renal crónica
La ERC suele ser asintomática en las primeras etapas, pero a medida que progresa, los síntomas pueden incluir:
- Hinchazón en piernas, tobillos o cara debido a retención de líquidos.
- Fatiga y debilidad debido a la baja producción de glóbulos rojos.
- Cambios en la micción (frecuencia, color u orina espumosa).
- Presión arterial alta que empeora con el tiempo.
- Dificultad para respirar causada por acumulación de líquido en los pulmones.
- Picazón y piel seca debido a la acumulación de toxinas en la sangre.
Manejo y tratamiento de la enfermedad renal crónica
1. Detección temprana y seguimiento
- Análisis de sangre para medir la función renal (creatinina, eGFR).
- Análisis de orina para comprobar si hay pérdida de proteínas (albuminuria).
- Monitoreo regular de la presión arterial para prevenir daños mayores.
2. Medicación y gestión médica
- Inhibidores de la ECA y ARA II: protegen los riñones controlando la presión arterial.
- Diuréticos – Reducen la retención de líquidos.
- Terapia con eritropoyetina: trata la anemia en pacientes con ERC.
- Quelantes de fosfato y suplementos de vitamina D: mantienen la salud ósea.
3. Ajustes dietéticos
- Reducir la ingesta de sodio para controlar la presión arterial.
- Limite la ingesta de proteínas para reducir la carga de trabajo de los riñones.
- Controle los niveles de potasio y fósforo para prevenir desequilibrios.
- Manténgase hidratado pero evite la ingesta excesiva de líquidos en las etapas posteriores.
4. Modificaciones del estilo de vida
- Deje de fumar y limite el consumo de alcohol.
- Mantenga un peso saludable mediante una dieta adecuada y ejercicio.
- Controle eficazmente la diabetes y la hipertensión.
5. Tratamiento avanzado de la enfermedad renal crónica (para etapas avanzadas)
- Diálisis: elimina los desechos y el exceso de líquidos del cuerpo.
- Trasplante de riñón: reemplaza un riñón defectuoso por uno sano.
Complicaciones de la enfermedad renal crónica no tratada
Sin un tratamiento adecuado, la ERC puede provocar:
- Enfermedad renal terminal (ERT) que requiere diálisis o trasplante.
- Retención severa de líquidos que causa complicaciones cardíacas y pulmonares.
- Desequilibrios electrolíticos que provocan debilidad muscular y ritmo cardíaco irregular.
- Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares (infarto, accidente cerebrovascular).
- Bone disease & fractures due to calcium and phosphorus imbalances.
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Atención renal con ventajas
Ofrecemos un programa integral de salud renal, que incluye:
✅ Pruebas tempranas de la función renal para una detección oportuna.
✅ Recomendaciones dietéticas y de estilo de vida personalizadas.
✅ Colaboración con nefrólogos para tratamiento especializado.
✅ Tratamiento médico para retardar la progresión de la enfermedad.
✅ Orientación sobre opciones de diálisis y trasplante cuando sea necesario.
Consejos e información sobre salud
- Controle periódicamente la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre.
- Manténgase activo y mantenga una dieta equilibrada.
- Reducir el consumo de sal y alimentos procesados para proteger la función renal.
- Evite el uso excesivo de analgésicos para prevenir daño renal.
- Manténgase hidratado, pero siga los consejos de su médico sobre la ingesta de líquidos.